En
la primera hora de clase del día de ayer tuvimos como “invitado” a Pablo,
nuestro profesor de “Fundamentos de la expresión artística: plástica y visual
en primaria” del semestre pasado.
Estuvimos
hablando de las distintas disciplinas que tiene el arte, pues no todo se cierra
a la creación de manualidad y obras de arte. El caso es que salió el tema de
cómo algunas personas “estropean”, por decirlo de algún modo, aquello que es
considerado arte, dejando su nombre grabado en dicha pieza. Este tema, fue el
hilo conductor de mi reflexión de hoy, pues es cierto que las personas, también
depende de la etapa de la vida, tienden a etiquetar las cosas con su nombre
como símbolo de identidad o pertenencia.
La
verdad que me resultó curioso porque justo ese día, había estado esperando a
una amiga en un banco de la calle que estaba lleno de pintadas y nombres.
Particularmente me fijé en uno que ponía: “Este banco pertenece a los Lating
King de Vallecas (LKV). El momento en el que estuve sentada en ese banco se me
pasaron muchas cosas por la cabeza, como por ejemplo que esta pandilla, en
algún momento podría salir de cualquier sitio y pegarme una paliza por estar
sentada en parte del mobiliario público, pero que según ellos, pertenecía a su
propiedad.
Además,
este tema me hizo regresar a mi infancia, pues cuando mi hermano era un
adolescente, me acuerdo perfectamente que todo lo que tenía o todo lo que se
encontraba, lo grababa con las iniciales de su nombre y apellidos. La verdad
que siempre me pregunté porque lo hacía. Me fastidiaba mucho porque siempre
eran cosas que me gustaban y que nunca podría tener por el hecho de que sus
iniciales no coincidiesen con las mías.
Pero
lo que pude deducir de esta sesión es, que solemos dejar nuestros nombres porque
de alguna forma o de otra, no queremos ser anónimos, porque nos gusta tener una
identidad o como símbolo de pertenecía.
Estoy muy de acuerdo contigo. Yo cuando era pequeña tenía la manía de pintar las paredes de micasa como modo de firmar. Al principio lo pintaba con lápiz y después pasé al boli (lo cual no le hizo ninguna gracia a mi madre jeje)
ResponderEliminarPero sí, es cierto que necesitamos sentirnos parte de algo.
Por mi parte casi siempre pongo mi nombre en cuadernos, libros o papeles mios, solo por placer y por dejar alguna comstancia de mi persona o como dice mi compañera una seña de identidad. También me parece interesante observar tu nombre al escribirlo tu mismo o ver tu mismo nombre escrito por otra persona en paredes, bancos, etc...
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