jueves, 15 de marzo de 2012

EL NOMBRE COMO SÍMBOLO DE PERTENENCIA E IDENTIFICACIÓN

En la primera hora de clase del día de ayer tuvimos como “invitado” a Pablo, nuestro profesor de “Fundamentos de la expresión artística: plástica y visual en primaria” del semestre pasado.
Estuvimos hablando de las distintas disciplinas que tiene el arte, pues no todo se cierra a la creación de manualidad y obras de arte. El caso es que salió el tema de cómo algunas personas “estropean”, por decirlo de algún modo, aquello que es considerado arte, dejando su nombre grabado en dicha pieza. Este tema, fue el hilo conductor de mi reflexión de hoy, pues es cierto que las personas, también depende de la etapa de la vida, tienden a etiquetar las cosas con su nombre como símbolo de identidad o pertenencia.
La verdad que me resultó curioso porque justo ese día, había estado esperando a una amiga en un banco de la calle que estaba lleno de pintadas y nombres. Particularmente me fijé en uno que ponía: “Este banco pertenece a los Lating King de Vallecas (LKV). El momento en el que estuve sentada en ese banco se me pasaron muchas cosas por la cabeza, como por ejemplo que esta pandilla, en algún momento podría salir de cualquier sitio y pegarme una paliza por estar sentada en parte del mobiliario público, pero que según ellos, pertenecía a su propiedad.
Además, este tema me hizo regresar a mi infancia, pues cuando mi hermano era un adolescente, me acuerdo perfectamente que todo lo que tenía o todo lo que se encontraba, lo grababa con las iniciales de su nombre y apellidos. La verdad que siempre me pregunté porque lo hacía. Me fastidiaba mucho porque siempre eran cosas que me gustaban y que nunca podría tener por el hecho de que sus iniciales no coincidiesen con las mías.
Pero lo que pude deducir de esta sesión es, que solemos dejar nuestros nombres porque de alguna forma o de otra, no queremos ser anónimos, porque nos gusta tener una identidad o como símbolo de pertenecía.

2 comentarios:

  1. Estoy muy de acuerdo contigo. Yo cuando era pequeña tenía la manía de pintar las paredes de micasa como modo de firmar. Al principio lo pintaba con lápiz y después pasé al boli (lo cual no le hizo ninguna gracia a mi madre jeje)

    Pero sí, es cierto que necesitamos sentirnos parte de algo.

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  2. Por mi parte casi siempre pongo mi nombre en cuadernos, libros o papeles mios, solo por placer y por dejar alguna comstancia de mi persona o como dice mi compañera una seña de identidad. También me parece interesante observar tu nombre al escribirlo tu mismo o ver tu mismo nombre escrito por otra persona en paredes, bancos, etc...

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